El 22 de febrero de 2017 marcó un antes y un después en la vida Magdalena Rioboo y Gastón Bohn . Esa noche de verano, su hijo de 11 años, Iñaki Bohn Rioboo jugaba con seis amigos en la pileta del área común de su barrio, el country Altos de Hudson II , en Berazategui . La tragedia que sucedió después fue imposible de imaginar para sus padres: cerca de las 20, el niño salió del agua para buscar una pelota, tocó una farola que tenía corriente eléctrica y sufrió una descarga que lo mató .

Pese al esfuerzo de los paramédicos y del personal médico en la Unidad de Pronta Atención de Hudson, que intentó asistirlo cuanto antes; Iñaki no logró ser reanimado y falleció producto de la electrocución. Para la Justicia no fue un accidente : ocho años después, hay tres imputados

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