Fernando Iglesias, uno de los diputados que durante años vivió aferrado a las polleras de Elisa Carrió, desarrolló una clara habilidad para ir pasando por los partidos de centro derecha sin solución de continuidad y olvidando sus anteriores lealtades. Así pasó por el macrismo y ahora devino en un furibundo defensor del modelo libertario. Tanta es su devoción y entrega que no sólo dejó de lado la posibilidad de renovar su banca de diputados para cumplir con el sueño de ser embajador ante la Unión Europea. Así que Bruselas parece ser su inminente destino porque el gobierno de Javier Milei ya solicitó el placet que lo postula como embajador ante la UE. Ahora resta esperar la aprobación, que la Casa Rosada lo descuenta y espera que pueda asumir antes de fin de año, con el objetivo de destrabar

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