La crisis del automóvil llega a China con el cierre de más de 2.000 concesionarios este año. El líder mundial en electrificación del automóvil atraviesa la mayor reestructuración de su red comercial en décadas, ya que los bajos precios que ponen los fabricantes automovilísticos a sus coches no dejan margen de beneficio en las instalaciones. Una situación que ya ha provocado la extinción de cerca de 8.000 instalaciones del sector.
Así lo han señalado desde la patronal de los concesionarios Faconauto , que, según un artículo al que ha tenido acceso este diario, indica que más de 8.000 concesionarios 4S (venta, servicio, recambios y encuestas de satisfacción) han cerrado desde 2020, y otros 2.000 podrían desaparecer en 2025.
El origen de la crisis se encuentra en una tormenta perfecta: una capacidad de producción que duplica la demanda, una guerra de precios sin precedentes y el auge de la venta directa. Fabricantes como BYD , Geely o Changan han aumentado la producción de vehículos eléctricos muy por encima del ritmo del mercado, lo que ha obligado a aplicar descuentos de hasta el 30% para mantener cuota. El resultado: márgenes hundidos, exceso de stock y rentabilidad en mínimos históricos.
Modelo de concesionarios en China
El modelo 4S –siglas de Sales, Service, Spare parts y Surveys– fue creado a finales de los noventa para profesionalizar la venta y el servicio posventa del automóvil en China. Se trata de grandes instalaciones integrales que combinan exposición, taller, repuestos y atención al cliente, bajo estrictos estándares de marca.
Durante dos décadas, los 4S fueron el pilar del sistema de distribución automovilística chino, pero hoy se encuentran en el centro de una transformación radical: los costes fijos de estas instalaciones son demasiado elevados en un mercado de márgenes mínimos; los vehículos eléctricos requieren entre un 30% y un 40% menos de mantenimiento, lo que reduce drásticamente los ingresos de posventa; los fabricantes trasladan inventario y objetivos de venta excesivos a sus distribuidores, forzando la venta a pérdida; y los consumidores chinos compran cada vez más online , visitando experience centers digitales en lugar de concesionarios tradicionales.
Marcas como Tesla, NIO o XPeng han impulsado este cambio con tiendas propias en centros comerciales y venta directa al cliente, eliminando intermediarios. Incluso fabricantes internacionales como Ford están adoptando estrategias similares en el país para sus nuevos modelos eléctricos.
Guerra de precios en el automóvil
China produce actualmente el doble de vehículos de los que su mercado puede absorber. En este escenario, muchos concesionarios se ven obligados a vender por debajo del coste para cumplir con los cupos impuestos por los fabricantes. Las pérdidas acumuladas de la red 4S alcanzaron 138.000 millones de yuanes (unos 19.500 millones de dólares) entre enero y agosto de 2024.
Las asociaciones de concesionarios chinas reclaman que las marcas dejen de descargar inventario sobre sus redes y revisen sus políticas de franquicia. Sin embargo, los analistas anticipan un proceso de consolidación inevitable, donde sólo sobrevivirán los grupos con mayor fortaleza financiera y capacidad de adaptación digital.

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