No ñores por mí Palestina…

Florestán.

El pasado 10 de octubre, el presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar , sometió al pleno una consulta para que ese tribunal constitucional pudiera revertir sentencias en firme del pasado.

Esa mera posibilidad creó un tsunami en todos los niveles jurídicos del país y del extranjero, fundamentalmente en Estados Unidos, en plenas prenegociaciones del T-MEC , por ignorar uno de los principios esenciales y universales del Derecho: el respeto a la llamada cosa juzgada , es decir, la facultad de echar para atrás una sentencia decidida por el máximo tribunal del país o de otras instancias judiciales federales.

Aguilar, envalentonado porque dice contar con el voto del pueblo, siguió adelante. Debo apuntar que llegó con seis millones 195 mil 61

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