La eurodiputada de Podemos y ex ministra de Igualdad, Irene Montero , ha exigido expropiar Repsol porque, según considera, «es un peligro para España» porque «contamina». Para ello, la política calcula que el Estado tendría que gastarse 4.500 millones de euros para tomar el control del capital social de la energética. Así, al más puro estilo kirchnerista , Montero ha pedido al Gobierno de Sánchez que compre al menos un 50% de la mercantil por la fuerza y ha señalado a sus accionistas.

«No sé en qué momento, como país, hemos normalizado que una empresa pueda ponernos en peligro para hacer negocio», ha comenzado Irene Montero, quien ha enfatizado que «Repsol es un peligro» pese a ser una de las empresas que más riqueza y empleo generan en España. De hecho, por nivel de facturación, Repsol es la compañía más importante dentro del territorio nacional.

Con todo, esta empresa es una de las grandes víctimas de la extrema izquierda en todo el mundo. En Argentina, Cristina Fernández de Kirchner decidió quitarle su subsidiaria, YPF , por la fuerza en 2012. En Venezuela , el chavismo mantiene una deuda inmensa con la compañía.

Irene Montero amenaza a Repsol

Dada esta fijación de la izquierda más radical del mundo contra Repsol, Irene Montero ha decidido emular a sus homólogos al otro lado del Atlántico con una amenaza: «En defensa del interés general y por utilidad pública proponemos nacionalizar Repsol».

El objetivo, según la ex ministra de igualdad, sería conseguir que «la energía sea más barata y hacer frente a la emergencia climática». Para ello, la líder de Podemos pide gastar «4.500 millones de euros» para que el Estado se convierta «en el principal inversionista».

«Repsol es un peligro para todas las personas que viven en España», ha insistido Irene Montero, que responsabiliza a la empresa de que «se estén produciendo fenómenos climáticos extremos y situaciones que ponen en riesgo grave la vida de la gente».

Tras ello, la ex ministra de Igualdad ha expuesto a los principales accionistas de la compañía, « JP Morgan , BlackRock , el banco noruego…». Según ella, estos son «grandes capitales extranjeros a los que no les importa nada lo que pase en España».

Desconoce como funciona una cotizada

Con todo, Irene Montero ha demostrado que desconoce como funciona una empresa cotizada: «El valor de Repsol es de 17.900 millones de euros. Por tanto, con una inversión de 4.500 millones, España podría convertirse en la principal accionista de Repsol poseyendo un 25% de la compañía».

Para que la nacionalización fuera efectiva, el Estado tendría que gastar cerca de 9.000 millones de euros, el doble de lo que dice Montero.

Sin embargo, ser el principal accionista, como propone la política de Podemos, no garantiza el control de ninguna empresa. Sí, una gran influencia, pero no el control. Para que la nacionalización fuera efectiva, el Estado tendría que comprar al menos el 50% de la empresa, lo que supondría un gasto público cercano a los 9.000 millones de euros , el doble de lo que asegura la líder de la extrema izquierda.

Por tanto, los cálculos de Montero no se corresponden con lo que propone y sólo conseguirían una presencia del Estado sin un control efectivo en el capital, pero tras un gasto desmesurado. Un gasto que proviene de los impuestos que pagan los españoles en un momento en el que el Ejecutivo socialista no para de subirles los impuestos .