El polémico científico estadounidense James Watson, que contribuyó en el descrubrimiento de la estructura del ADN, ha muerto este jueves a los 97 años. Su fallecimiento ha sido confirmado este viernes a The New York Times por su hijo Duncan.

Watson, con solo 25 años, ayudó a determinar la estructura del ADN junto al físico Francis Crick, basándose en datos de la química Rosalind Franklin, el biofísico Maurice Wilkins y sus compañeros del King's College, en Londres.

Galardonado con el Premio Nobel por su contribución, Watson fue defenestrado en el año 2007 cuando empezó a sugerir en varias entrevistas que las personas negras no eran tan inteligentes como las blancas. Se le retiraron algunos de los títulos concedidos por varios laboratorios y universidades por sus teorías racistas sin base científica. Llegó, incluso, a vender su Nobel.

El laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL), en Nueva York, ha confirmado también su fallecimiento en un obituario en el que destaca sus “muchas contribuciones a la ciencia, la educación y el servicio público”.

Watson, Medalla Presidencial de la Libertad por Gerald Ford y la Medalla Nacional de la Ciencia por Bill Clinton, fue el primer líder del Proyecto Genoma Humano (PGH). Esta iniciativa científica buscaba secuenciar todo el ADN humano y cartografiar todos sus genes y se completó en 2003.

Watson, originario de Chicago, vivió durante décadas en el campus del CSHL y en 1968 se convirtió en su director. La entidad subrayó que sus “extraordinarias contribuciones transformaron un pequeño laboratorio de Long Island en uno de los institutos de investigación más importantes del mundo”.

A pesar del reconocimiento, la CSHL no permaneció ajena a sus teorías racistas y fue una de las instituciones que le retiraron todos los honores concedidos.