Llevada a la política, la sentencia bilardista “equipo que gana no se toca” no se refiere necesariamente a las personas sino, sobre todo, a los criterios y conceptos. Parafraseando a Lampedusa, al sentirse ratificado por los votos los hermanos Milei parecen haber optado por cambiar algunos funcionarios para que nada cambie.

Es harto razonable interpretar de ese modo el dictamen de las urnas. Si haciendo lo que hacemos la gente nos vota en todo el país…, ¿para qué cambiar?

Al revés del Gobierno, el economista norteamericano John Kenneth Galbraith nos alerta, en su autobiografía, que en economía los errores son cometidos por aquellos que no saben cambiar a tiempo.

Advertir la necesidad de introducir modificaciones en nuestros planes y comportamientos es una clave válida no sólo para la ec

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