Saltó a la fama con el popular programa de televisión Los Gipsy Kings , pero ahora es uno de los vecinos más queridos de Son Gotleu , una de las barriadas de la ciudad de Palma más golpeadas por la inseguridad y el incivismo . Joaquín Fernández, conocido como El Prestamista , es el patriarca de una familia gitana de Mallorca que siempre ha buscado la paz en Son Gotleu , pero ahora alerta de que en el barrio donde vive está a punto de estallar la violencia.

« Aquí hay 50 culturas y nacionalidades diferentes, esto va a estallar y la gente se va a matar como perros, acordaros de esto », advierte el hombre que medió con los nigerianos en los famosos enfrentamientos que tuvieron lugar en Son Gotleu en el año 2011, aunque ahora la mayor amenaza son los argelinos .

PREGUNTA. – Joaquín Fernández, ¿es El Prestamista o El Pacificador ?

RESPUESTA. – En mi persona viven tres personas. En este cuerpo que tú ves, ese cuerpo tan gitano y tan serrano viven tres personas. Está el prestamista, el pacificador y Joaquín Fernández Navarro, que es el que llora, el que llora, el que sufre, el que ríe, el que días buenos y días malos.

P. – ¿Cuándo llegó a Son Gotleu?

R. – Yo nací en el Rafal. Luego mis padres me trajeron a Son Gotleu con tres años. En esta parte donde estamos era un campo de fútbol. La primera vez que vi a una persona de color fue en este barrio. Me asusté porque nunca había visto uno. Piensa que aquí vivíamos cuatro o cinco familias gitanas y personas peninsulares trabajadoras. No habían personas latinas. Son Gotleu antes era un barrio de verdad, una barriada dulce.

P. – ¿Algún día volverá a ser lo que era?

R. – El Govern balear lo intenta pero no consiguen nada. Si nos adentramos por el barrio hay zonas que dan auténtico miedo. Entonces, el Govern, mucho hablar pero no hacen nada.

P. – ¿Cuáles son los problemas de la barriada?

R. – Aquí viven africanos, marroquíes, gitanos… Hay una mezcla de 50 nacionalidades y culturas diferentes. Hay un popurrí de gente aquí metido. ¿Cómo puedes convivir con 50 culturas diferentes? Si tu cultura es la de levantarse a las 7:00 para ir a trabajar y tú te encuentras una cultura que a las 7:00 están haciendo fiesta, pues choca.

P. – ¿Y cuáles son los problemas reales que hay aquí, además de la cultura? La gente siempre dice que hay mucha venta de droga…

R. –  Vamos a ser realistas, droga se vende en toda España. En Son Gotleu se vende droga igual que en el Rafal o igual que en Madrid, en la Cañada Real. Lo que hay que entender es que el que trae la droga a España no es el gitano, ni el nigeriano, ni el colombiano. Los grandes son las que la traen y los que la dejan entrar.

P. – En 2011 logró mucho protagonismo porque puso paz en aquellos enfrentamientos entre gitanos y nigerianos. Fue un día en el que la Policía tomó las calles del barrio…

R. –  Ese día estaba yo en Sevilla y me llamó Guillermo Navarro, el regidor de Policía en aquellos tiempos. Contactó conmigo y me tuve que pagar yo personalmente mi vuelo para venirme rápido. Cuando yo llegué aquí, esto era una batalla campal. Nigerianos con machetes, con lanzas, con espadas, con palos corriendo por todo el barrio. Muchas familias gitanas se tuvieron que ir al campo, a las montañas, porque es que a todo el gitano que ellos veían le hacían daño. Cuando me presento aquí, me encuentro con todo este jaleo. El único gitano que había ese día era yo.

P. – Fue muy valiente…

R. – Sí, pero luego cogí miedo. Hay un refrán que dice que el que tiene culo tiene miedo. Les dije que si tenían que matar a algún gitano que empezaran por mí. Menos mal que a los nigerianos les llegué al corazón. Mis palabras hacia los nigerianos fueron unas palabras llena de humildad, llena de amor. Les dije que no nos tomáramos la justicia por nuestra mano.

P. – Al final salió bien…

R. – Sí. Un nigeriano, un patriarca de ellos, se hizo muy amigo mío, me dio la mano y todo salió bien, pero podría haber salido mal. Al final hubo paz y los gitanos que se fueron del barrio pudieron volver.

P. – Ha dicho que la Administración no hace nada por este barrio…

R. – Y así es. ¿Tú ves que una carnicería en el barrio de Son Gotleu de personas latinas que esté abierta a las tres de la madrugada? Explícame a las tres de la madrugada una carnicería abierta o una tienda de ropa abierta a las 5:00. El Gobierno balear nos quiere vender la moto. Sólo barren las calles pero lo que tienen que hacer es meterse en según qué zonas para que vean la miseria que hay. Acordaros de esto, esta bomba va a estallar. Son Gotleu es un polvorín y va a estallar. Hay 50 culturas diferentes y se van a matar como perros.

P. – Cada poco hay un estallido. Hace poco los argelinos hicieron un auténtico desastre…

R. – Sí, son gente que con 20 años ya tienen 40 antecedentes cada uno. Entonces, ¿a quién hay que darle la tabarra? ¿A quién hay que decirle que por favor arreglen esto? Este barrio donde me he criado era precioso, podías pasear tranquilamente.

P. – Otro de los problemas que afecta a Son Gotleu es el tema de la vivienda… ¿Hay mucha okupación?

R. – En el año 2012 había un presupuesto de inmigración de 58,8 millones de euros. Estamos en el 2025. ¿Todo ese dinero dónde ha ido? ¿Qué han hecho? Ni siquiera pintan las fachadas. ¿A quién están ayudando? Que yo no soy racista. Pero tanto ayudar a los inmigrantes y no a los nativos… ¿Qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa con los nativos?

P. – Joaquín, ¿en qué anda liado ahora?

R. – Hemos terminado de hacer los Gipsy Kings. Ahora estoy con mis préstamos. Yo sigo siendo prestamista. Yo presto dinero. Si tú necesitas algún día 300, 400 o 500 euros, contactas con el prestamista. Yo vivo de esto. De vez en cuando vendo algún coche, pero mi vida son los préstamos.

P. – ¿Va a haber nueva temporada de los Gipsy Kings? 

R. – De eso no puedo decir nada.