El Gobierno ruso ha aprobado un marco que permite desconectar a la población del resto del mundo a partir del 1 de marzo de 2026. La medida se articula mediante la resolución 1667 , que confiere plenos poderes a Roskomnadzor , el organismo que supervisa las telecomunicaciones, para controlar todo el tráfico en la red rusa y ordenar a las operadoras cómo proceder.

El Kremlin sostiene que la iniciativa busca proteger al país de cualquier amenaza .

La normativa sitúa a Roskomnadzor como autoridad operativa para dirigir el flujo de datos y bloquear la conexión internacional cuando lo estime necesario. El texto deja sin resquicios legales a las compañías para oponerse a esas órdenes. Según el esquema descrito, no habrá intervención de tribunales en estas decisiones .

Papel del FS

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