Esta es una recurrente pregunta que me han hecho, y que está en el medio, flotando a la deriva, frente a la importancia del proceso electoral que ya estamos viviendo. Muchas voces reclaman el involucramiento de los empresarios y directivos por su indiscutible capacidad para diagnosticar problemas, encontrar alternativas y llevarlas a cabo. Tampoco faltan quienes culpan, en bloque —y, por tanto, injustamente— a la empresa por corrupciones que indudablemente han ocurrido. Pero, como decía el papa Francisco: «Para muchos, la política hoy es una mala palabra, y no se puede ignorar que detrás de este hecho están, a menudo, los errores, la corrupción, la ineficiencia de algunos políticos».

En estos últimos meses ha habido varios foros empresariales y, en

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