Seis de la tarde. Noche cerrada. Llegas con el frío pegado y enciendes la calefacción sin pensarlo. El radiador respira tibio y, al lado, aparece la factura del gas del invierno pasado, doblada entre papeles. Un vistazo basta para que regrese la pregunta que inaugura cada temporada de abrigo: ¿por cuánto saldrá la broma este invierno? La respuesta, después de tres inviernos duros, parece algo más amable. Pero sólo en parte. El presente ofrece un respiro, mientras bajo él sigue latiendo una contradicción energética que Europa no ha sabido resolver.

Un invierno más amable. Los analistas lo confirman: este invierno será más benévolo que los anteriores. En una entrevista con Xataka, Javier Revuelta , Senior Principal de AFRY, lo resume sin rodeos: "Tenemos un gas mucho más barato que el in

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