Desde niños estamos acostumbrados a oír, ver en revistas o comics, -como se llamaban en los 80- en televisión, cine e internet más recientemente, a Superman, la Mujer Maravilla, Batman y Robin y Flash entre otros seres de poderes sobrenaturales, que con su inteligencia desbordada y su fuerza física han querido salvar a la humanidad del mal. Operando de desde su cuartel general del Salón de la Justicia las estrategias para combatir a los villanos no se hacían esperar. Ajusticiaban a una especie de bandidos muy singular, pues no eran malos esencialmente, sino que andaban en malos pasos o estaban mal aconsejados.

Ese ha sido por décadas nuestro concepto de superhéroes y superheroínas, que a través de fascinantes historias nos trasportaban a un mundo ideal donde los malos no eran tan m

See Full Page