Probablemente, en medio siglo en democracia de ejercicio activo del periodismo, el columnista jamás había presenciado in situ un espectáculo tan obsceno como el caso de la llamada «fontanera» del PSOE , Leire Díez , la falsa periodista de investigación que trabajó (y probablemente continúa trabajando) a mayor deshonra del todavía primer ministro, Pedro Sánchez .

Leire, el empresario Dolset y el abogado histórico del PSOE, Teijelo, forman parte, a tenor de los autos de diferentes jueces e investigadores UCO, de una «organización criminal» que operaba delictivamente en pos de lo ordenado por el one , esto es, el presidente del Gobierno . Han intentado, presuntamente, corromper sobornando a fiscales (Stampa, Granda), buscando desesperadamente falsedades de jueces en ejercicio, Marchena, García-Castellón, la jueza extremeña Beatriz Biedma, es decir, de todos aquellos que han llevado a su familia, mujer, hermano, etc., a los banquillos de los malhechores .

Por supuesto, se inventaron oscuras historias sobre los oficiales de la UCO, especialmente del teniente coronel Balas . Por si a sus interlocutores les quedaba alguna duda de quiénes eran, Leire, la falsa periodista de investigación, no tuvieron nunca ningún reparo en presentarse como «mano derecha» del entonces todopoderoso Santos Cerdán , y a la vez, tirando por elevación del propio primer ministro e invocando su nombre y su «potestas» institucional.

Repito. Jamás había asistido este veterano profesional de la información a tamaño ejercicio depredador buscando liquidar a todos aquellos hombres y mujeres probos que indagaban acerca de los presuntos crímenes perpetrados desde el poder de la nación. Nunca había visto y observado nada similar desde que echó a andar en este país el proceso democrático. ¿Puede quedar alguna duda de que el trío esencial de la cloaca de Ferraz no podía conducirse a título personal? No. Ellos mismos lo reconocen en los audios incautados por los investigadores de la Guardia Civil… Hablaban y proponían por boca de otro… « Hay que limpiar todo…» Hacer desaparecer todo el enorme detritus amarillo fabricado en torno al jefe del gobierno.

Sólo por este caso (en realidad son varios y concatenados), ya judicializados, habría bastado en cualquier país mínimamente serio para mandar al averno a la cúspide de la mencionada cloaca. Sánchez, por acción u omisión, debería estar cabalgando ya esas responsabilidades. Sobre este asunto se le preguntó en sede parlamentaria esta semana a Pedro Sánchez. ¿Contestó algo?

Silencio ominoso y culpable. Es consciente (no puede ocultar su canguelo) de que cualquier desliz al respecto le conduciría directamente a una prisión preventiva que habría que acondicionar antes para un ex mandatario.

Pregunta del millón. ¿ Para quién habrían cometido tan graves delitos la «fontanera» & family ?

¡Pues ya está!