En su segundo largometraje, Jaione Camborda apostó por un estilo más crudo y directo. Un lenguaje acorde a una historia sobre reconectar con las naturalezas del cuerpo -femenino en este caso- en ese vínculo con lo carnal y con la tierra. Para dar forma y voz a su historia tuvo claro que Janet Novás era la mujer perfecta. La directora habló con ella y le dijo que quería tener a una protagonista capaz de llevar esa corporeidad dramática del baile a su personaje. “ Ella me pidió que abordase a María desde el cuerpo ”, contaba Novás, que aprendió a utilizar la danza como expresión de la memoria del cuerpo .

El pasado de los personajes de O corno que cobran vida en su cuerpo, a través del baile, traen consigo historias, vivencias y emociones. Aquel aspecto visceral y corpóreo también est

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