Tras más de dos años de conflicto abierto entre los sindicatos docentes y el Gobierno de Cantabria, el escenario ha cambiado de tono. La Junta de Personal Docente ha registrado esta semana una propuesta formal de acuerdo que aspira a poner fin a un periodo prolongado de tensiones y desencuentros. El documento, que abre una puerta al entendimiento, sitúa ahora al consejero de Educación, Sergio Silva , ante la decisión de dar un paso hacia un pacto que, por primera vez, presenta un margen real para el consenso, aunque con un plazo muy limitado.

Un planteamiento sindical condicionado

El eje central de la propuesta sindical asume una de las demandas esenciales de la Consejería: el incremento de las horas de formación necesarias para percibir los sexenios, el complemento asociado al desarrollo profesional docente. Los sindicatos aceptan elevar este requisito a 150 horas , una cifra significativamente superior a la establecida en la mayoría de comunidades autónomas. Según la Junta de Personal, esta exigencia convertiría al profesorado cántabro en el más formado del país.

Sin embargo, el ofrecimiento no es indefinido. La Junta ha advertido que, si en el plazo de una semana el Gobierno no retoma la negociación y formaliza el acuerdo, el requisito volverá a situarse en 120 horas . «Esta propuesta no va a ser eterna», ha afirmado su presidenta, Rus Trueba , que insiste en replicar el modelo alcanzado con el personal sanitario, sin condicionantes externos que, según denuncia, han sido un freno en Educación.

La polémica ‘cláusula Silva’

El principal escollo continúa siendo la llamada ‘cláusula Silva’ , que supedita los tramos de subida salarial previstos entre 2026 y 2029 a la aprobación de los Presupuestos Generales de Cantabria. Para los sindicatos, esta vinculación es «inadmisible» e inédita respecto a otros acuerdos del sector público, como los cerrados con sanitarios o personal de Justicia.

Silva, por su parte, defiende que se trata de una medida de responsabilidad presupuestaria. Ha asegurado que, incluso sin acuerdo con los sindicatos, el primer tramo de la subida salarial se aplicará si las cuentas de 2026 salen adelante, lo que supondrá más de 105 euros mensuales adicionales para cada docente. «Nuestro compromiso no es con los sindicatos, es con los docentes», ha afirmado.

Un presupuesto educativo sin precedentes

En paralelo al debate sobre los sexenios, la Consejería ha presentado un presupuesto que califica como el más ambicioso de su historia reciente. Para 2026, Educación contará con 784 millones de euros , un aumento del 32% respecto al año anterior y equivalente al 22% del total autonómico.

Dentro de esta cifra destacan los 17 millones destinados a mejorar las condiciones salariales del profesorado, así como los 206,1 millones para infraestructuras, transporte escolar y aulas de 1 y 2 años. También se refuerzan las partidas para centros privados concertados y se incrementan las ayudas dirigidas a colectivos con necesidades educativas específicas, como el alumnado gitano y, por primera vez, la Asociación de Dislexia de Cantabria .

Otro de los ejes será la mejora de la gestión administrativa. La Consejería impulsará un Libro Blanco de la Simplificación Administrativa , dotado con un millón de euros, que prevé rebajar la carga burocrática mediante nuevo personal de apoyo, mejoras digitales y una modernización de la plataforma YEDRA.

Escuchar al profesorado: la iniciativa «1 Docente, 1.000 Futuros»

Mientras avanza la negociación, la Junta de Personal Docente ha activado la campaña «1 Docente, 1.000 Futuros» , destinada a recoger opiniones y propuestas del profesorado a través de encuestas y entrevistas. El objetivo es trasladar un diagnóstico detallado a la Consejería y reforzar el papel del docente como figura clave en la transformación educativa. «La mejora de la educación pasa por valorar, respaldar y escuchar a quienes están cada día en las aulas», señala Trueba.

Un momento decisivo

La próxima semana será determinante. La propuesta sindical tiene fecha de caducidad y Educación debe pronunciarse. Aunque Silva mantiene firme su planteamiento, ha reiterado su disposición al diálogo y continúa manteniendo encuentros con equipos directivos de los centros. El desenlace marcará no solo la resolución de un largo conflicto, sino también el rumbo inmediato del sistema educativo en Cantabria.»