La UFC 322 ha dejado huella en el Madison Square Garden de Nueva York, donde la emoción y la adrenalina alcanzaron su punto máximo el sábado 15 de noviembre de 2025. En un evento que prometía ser histórico, Islam Makhachev se consagró como el nuevo campeón de peso wélter tras vencer a Jack Della Maddalena por decisión unánime. Este triunfo marca un hito en la carrera de Makhachev, quien ahora suma un segundo cinturón a su legado.

El combate estelar enfrentó a Della Maddalena, quien defendía su título por primera vez, contra el formidable Makhachev, excampeón de peso ligero. La pelea fue un choque de estilos, donde Della Maddalena buscó mantener la pelea en pie, aprovechando su habilidad en el striking, mientras que Makhachev intentó imponer su grappling y control en el suelo. Finalmente, los jueces otorgaron la victoria a Makhachev con tarjetas de 49-46, 49-46 y 50-45.

En la co-estelar, Valentina Shevchenko defendió exitosamente su título de peso mosca femenino, derrotando a Weili Zhang también por decisión unánime, con un contundente 50-45 en todas las tarjetas. Este combate reafirmó la posición de Shevchenko como una de las mejores en la división.

La cartelera de UFC 322 estuvo repleta de acción, con varios combates destacados. Michael Morales noqueó a Sean Brady en el primer asalto, mientras que Carlos Prates sorprendió al vencer a Leon Edwards por nocaut en el segundo asalto. Benoit Saint Denis también brilló al noquear a Beneil Dariush en el primer asalto.

Otros resultados notables incluyen a Bo Nickal, quien derrotó a Rodolfo Vieira por nocaut en el tercer asalto, y Erin Blanchfield, que se impuso a Tracy Cortez por sumisión en el segundo asalto. La velada concluyó con una serie de victorias que mantuvieron a los aficionados al borde de sus asientos.

La UFC 322, transmitida globalmente a través de plataformas como ESPN Select y Disney Plus, consolidó a Nueva York como el epicentro de las artes marciales mixtas, atrayendo la atención de millones de fanáticos en todo el mundo. Con cada golpe y movimiento resonando en el icónico Madison Square Garden, la noche se convirtió en un testimonio del poder y la emoción del deporte de combate.