El presidente Donald Trump comenzó el año con promesas de apoderarse del canal de Panamá, tomar el control de Groenlandia y renombrar el golfo de México como golfo de América.

Lo está terminando con bombardeos a barcos de América, del Sur desplegando el portaaviones más grande del mundo en el Caribe y explorando opciones militares contra el líder autocrático de Venezuela, Nicolás Maduro.

En un giro radical respecto a décadas de política exterior estadounidense, el hemisferio occidental se ha convertido en el principal escenario de operaciones de Estados Unidos en el extranjero. Además de amenazas y acciones militares, este año la Casa Blanca ha implementado aranceles punitivos, sanciones severas, campañas de presión y rescates económicos en toda América.

Trump ha dic

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