La última vez que Escocia estuvo en un Mundial fue en Francia 1998 en donde se quedó relegada a la primera fase en un grupo compartido con Brasil. Marruecos y Noruega.

El regreso por tanto, no podía ser más que dramático con un gol sobre el tiempo de compensación en el partido ante Dinamarca que volvió a enloquecer a su gente por culpa del futbol.

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Además de eso, el equipo escocés pasó al comentario popular por la pasión con la que entonan su himno. The flower of the Scotland es tan penetrante que cualquiera se doblega ante los sonidos de las gaitas.

Desde el estreno ante la República Checa en junio pasado, en Hampden Park, hubo cierta emoción por este equipo que había llegado a la fase última de la clasificación.

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