El presidente Donald Trump ha cambiado su postura y ahora apoya la publicación de los archivos relacionados con Jeffrey Epstein, el delincuente sexual convicto. Este giro se produce tras la presión del Congreso y el riesgo de sufrir una derrota política significativa en la Cámara de Representantes. Según fuentes cercanas a Trump, su decisión fue influenciada por la realidad de que no podía detener el impulso de la medida y que su oposición podría resultar en un revés humillante. El domingo por la noche, Trump anunció que firmaría la iniciativa si llegaba a su despacho, a pesar de que anteriormente había intentado presionar a los legisladores republicanos para que retiraran su apoyo. “Claro que sí”, afirmó Trump desde el Despacho Oval cuando se le preguntó sobre su intención de firmar la medida. La decisión de Trump se produce en un contexto de creciente frustración por la atención que se le ha dado al caso Epstein, que considera una distracción de su agenda política. A pesar de su apoyo a la publicación de los archivos, Trump ha calificado el asunto como un “engaño” demócrata, sugiriendo que solo los republicanos “muy malos o muy estúpidos” caerían en esa trampa. La rápida aprobación de la medida en la Cámara de Representantes, que se espera que ocurra este martes, representa un triunfo para las víctimas de Epstein y un desafío para Trump, quien se encuentra en una posición política vulnerable. La presión sobre el presidente ha aumentado, y ahora se enfrenta a la pregunta de qué información se revelará y si intentará ocultar algo. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien había estado en contra del proyecto de ley, ha cambiado su postura y ahora sugiere que el Senado debería introducir modificaciones. Sin embargo, los senadores han ignorado esta solicitud y han enviado la medida directamente a la Casa Blanca. Trump y su secretaria de Justicia, Pam Bondi, se encuentran en una situación complicada, ya que deben decidir cómo manejar la divulgación de los archivos. Un intento de ganar tiempo podría frustrar las esperanzas de las víctimas, mientras que una publicación censurada podría prolongar la controversia. A pesar de que no hay pruebas de que Trump haya cometido un delito en relación con Epstein, su antigua amistad con el financiero ha generado especulaciones. La presión sobre Trump podría intensificarse si no se publican los archivos de manera inmediata, lo que podría llevar a cuestionamientos sobre lo que realmente está ocultando. La situación actual plantea interrogantes sobre el daño político que ha sufrido Trump en los últimos días, tanto dentro de su partido como en el ámbito nacional. Su cambio de postura podría ser un indicativo de que su poder absoluto está en declive, lo que podría abrir la puerta a nuevos desafíos a su autoridad. Con el calendario político en marcha y las elecciones de mitad de mandato a la vista, Trump se enfrenta a un momento crucial en su presidencia. La presión de los legisladores republicanos y la creciente atención sobre el caso Epstein podrían complicar aún más su situación política.