En 1975, España era un país marcado por la dictadura de Francisco Franco y una sociedad en blanco y negro. En ese año, la población alcanzaba cerca de 34 millones de habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Hoy, el país se aproxima a los 50 millones, reflejando una sociedad más plural y diversa. La esperanza de vida ha aumentado de 73,44 años en 1975 a 83,77 años en la actualidad, lo que plantea desafíos sobre el sistema público de pensiones y la calidad de vida en la vejez.

La estructura familiar también ha cambiado drásticamente. En 1975, las familias numerosas eran la norma, con una media de 2,7 hijos por mujer, en comparación con solo 1,1 en la actualidad. La media de edad de la población era de 33 años, once años menos que hoy. En ese entonces, la sociedad era más joven, pero también menos saludable, con una mayor mortalidad infantil y enfermedades que hoy han sido erradicadas.

La década de los setenta fue crucial para la incorporación de la mujer al mercado laboral. En 1970, solo el 23,3% de las mujeres en edad activa trabajaban, mientras que hoy esa cifra supera el 54%. Este cambio ha permitido que España aproveche el potencial de toda su población, transformando el mercado laboral hacia un modelo más igualitario y centrado en el sector terciario.

En términos de empleo, el sector primario ha visto un desplome significativo, representando solo el 3,5% de la fuerza laboral en 2025, mientras que el sector de servicios acapara el 72,2%. Esta transformación refleja un cambio en la economía española, que ha evolucionado hacia un modelo más diversificado y moderno.

La salud también ha sido un indicador del desarrollo del país. En 1975, las enfermedades cardíacas eran la principal causa de muerte, con 57.184 fallecidos. En 2025, los tumores malignos se mantienen como la principal causa de mortalidad, seguidos de las enfermedades isquémicas del corazón. La introducción de nuevas variables en las estadísticas de salud, como el alzhéimer y la demencia, muestra un avance en la comprensión de las enfermedades que afectan a la población actual.

En resumen, España ha recorrido un largo camino desde 1975, transformándose en una sociedad más saludable, igualitaria y diversa. La evolución demográfica, laboral y sanitaria refleja un país que ha sabido adaptarse a los cambios y desafíos del tiempo.