Mientras el mundo observa otros conflictos, Sudán vuelve a convertirse en el escenario de una de las peores crisis humanitarias de nuestro tiempo. Las masacres recientes en Darfur y, especialmente, en El Fasher, retoman la lógica de exterminio que marcó los años 2003–2005. Más de dos décadas después, Sudán vuelve al mismo punto: un Estado colapsado, milicias empoderadas y millones de civiles atrapados entre actores armados que gobiernan con violencia y en total impunidad. La diferencia es que hoy el mundo está menos dispuesto a intervenir, y el sistema internacional tiene menos herramientas que nunca.
Breve resumen histórico: un genocidio que nunca fue detenido
Sudán nació a la independencia en 1956 en medio de fracturas profundas: tensiones entre el norte árabe-musulmán y el sur african

Infobae

CNN
Star Beacon
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New York Post
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