Ha pasado más de año y medio desde aquella noche en la que Tomás Jesús Irigoyen Laporta llamó a la puerta de un viejo amigo que vivía en el número 27 de la calle Lastanosa de Zaragoza . La víctima, José Luis Egea, le recibió en pijama, dispuesto a cenar, sin conocer el funesto desenlace que le esperaba. No solo por las 110 puñaladas que su antiguo camarada le asestó , sino por la violencia extrema, la ausencia de un móvil claro y el ensañamiento y la alevosía que el jurado popular dio por probados hace diez días en la Audiencia Provincial . Ahora, el fallo sanciona al asesino confeso a 20 años de cárcel , la pena mínima posible para un delito de asesinato .

La sentencia a la que ha tenido acceso ARAGÓNPRESS, firmada por la magistrada de la Sección Sexta, María Pilar Lahoz,

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