La expulsión forzada de decenas de miles de palestinos de los campos de refugiados en la Ribera Occidental ocupada a principios de este año equivale a crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, ha alegado Human Rights Watch (HRW).

Según un informe de 105 páginas publicado por la organización sin fines de lucro, 32.000 palestinos fueron expulsados por las fuerzas israelíes de tres campos en enero y febrero, mientras la atención internacional se centraba en la guerra de Israel en Gaza, y no se les ha permitido regresar.

Como parte de su investigación, HRW dijo que entrevistó a 31 refugiados palestinos desplazados de los campos de refugiados de Jenin, Tulkarem y Nur Shams. La organización también analizó imágenes satelitales y órdenes de demolición militar israelíes, así como videos e

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