El autor de esta columna analiza el fallo de la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF) y sostiene que «el caso Sartor es más que una sanción. Es una advertencia. La industria de administración de activos enfrenta ahora un estándar más elevado que exige: transparencia absoluta en beneficiarios finales, trazabilidad de inversiones relacionadas, separación estricta entre patrimonio propio y patrimonio administrado, responsabilidad activa del directorio, información contable verificable y honesta».

Créditos de portada: sitio web Ministerio de Hacienda

La sanción histórica que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) aplicó a Sartor Administradora General de Fondos S.A. marca un punto de inflexión en la fiscalización financiera chilena. Con multas que totalizan 367.500 UF —equivalentes

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