CAMPECHE, CAMP. El conflicto estalló dentro del edificio de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA) cuando los maiceros de los Chenes, cansados de esperar respuestas que nunca llegan, abrieron por la fuerza la puerta de la sala donde debían reunirse autoridades estatales, federales y empresarios. Nadie salió a dar la cara. Nadie dio una fecha ni un número concreto. Solo silencio detrás de escritorios que prometieron soluciones desde el 7 de noviembre.

Los productores habían llegado puntuales, a las 12 del día, tal como se acordó. Las autoridades, no. Llegaron hora y media después, empujando todavía más la tensión acumulada por semanas. Venían arrastrando dos visitas previas a la capital sin acuerdos y con promesas que, dicen, ya suenan a disco rayado.

Ante esto, Leonel Cota Muñoz

See Full Page