Kashiwazaki-Kariwa (KK) fue la mayor central nuclear del mundo hasta que el accidente de Fukushima forzó el parón de todos los reactores de Japón. Catorce años después de aquel tsunami, su reapertura se da por segura, tras obtener la aprobación del gobernador de la prefectura de Niigata, donde se ubica. Todo un revulsivo para su propietaria, la empresa Tepco (Tokyo Electric Power Co.), que no ha vuelto a operar ninguna central tras el desastre de Fukushima, también de su propiedad.

La autoridad nuclear de Japón dio el visto bueno hace casi dos años a la reactivación de dos de los siete reactores de KK. Se trata de los dos más modernos, que hoy están prácticamente a punto para volver a entrar en servicio. Este viernes el gobernador electo, Hideyo Hanazumi, ha dado luz verde a uno de ellos,

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