Miguel Ángel Berlini, de 64 años, falleció el pasado miércoles tras someterse a un procedimiento de implante dental en la Clínica Robles, ubicada en el barrio porteño de Belgrano. La muerte del hombre ha generado una profunda conmoción en su entorno familiar y profesional, y actualmente está siendo investigada por la Justicia.

Berlini, residente de Villa Adelina, había dedicado gran parte de su vida a la pastelería y, en los últimos años, trabajaba como conductor en una aplicación de viajes. Era padre de dos hijas y compartía frecuentemente en sus redes sociales momentos familiares y sus viajes, especialmente a la Patagonia, que consideraba su refugio.

El procedimiento dental comenzó por la mañana y se extendió durante varias horas. Según su hermana, Alejandra, ella estuvo presente desde las 8 de la mañana. A mediodía, la médica informó a Alejandra que llevarían a Miguel a terapia intensiva para realizar un escaneo de su boca, lo que generó preocupación. "Me llamó la atención que lo lleven a una terapia para escanear", expresó.

Tras la intervención, Berlini permaneció inconsciente. Los dos médicos presentes, un cirujano maxilofacial de 47 años y un cirujano plástico de 57, intentaron reanimarlo sin éxito. El personal del SAME llegó al lugar y constató su fallecimiento a las 16:40. Alejandra recordó el mensaje que recibió mientras esperaba noticias: "Chicas, tenemos que decirle algo... Cuando lo estábamos terminando de suturar, Miguel sufrió un paro cardiorrespiratorio".

La familia ha expresado su desconcierto y angustia ante la situación. Alejandra comentó que la fiscalía ha ordenado que el cuerpo no sea cremado durante tres meses, lo que le brinda algo de esperanza en la búsqueda de justicia. Además, denunció que una enfermera intentó evitar que se realizara una autopsia, lo que aumentó sus dudas sobre el funcionamiento de la clínica.

"Me dijeron que el quirófano está clausurado y yo no tengo acceso para saberlo. Ni siquiera sé si hay un quirófano como corresponde o si hay terapia intensiva", explicó. La investigación ha llevado a la detención de los dos médicos involucrados y a la clausura preventiva de la clínica, aunque la familia ha denunciado falta de información sobre el alcance de esta medida.

Alejandra concluyó su relato con un fuerte reclamo de justicia: "Mi hermano vino a buscar acá una sonrisa y encontró la muerte en esta clínica con estos dos médicos o carniceros o como quieran llamarles". La situación sigue bajo investigación por parte de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº59, a cargo de Laura Belloqui.