La ADRES reveló uno de los mayores escándalos financieros registrados en la historia reciente del sistema de salud colombiano, al exponer un entramado masivo de sobrecostos, medicamentos fantasma, registros inflados y facturación a personas fallecidas que compromete miles de millones de pesos de los recursos públicos destinados a la atención de los colombianos.

Según la entidad, entre 2022 y 2023 se presentó un incremento desproporcionado en los reportes de medicamentos que las EPS envían al Ministerio de Salud para calcular la UPC. Mientras el número de afiliados creció de forma marginal, los medicamentos reportados aumentaron 30,9% y los valores pagados 35,6% , una diferencia tan abismal que incluso los laboratorios negaron haber producido o vendido esa cantidad de fármacos. Est

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