La cita del G20 en Johannesburgo, la primera organizada en el continente africano, concluye marcada por un pulso diplomático entre Estados Unidos y Sudáfrica con el boicot de Washington, divisiones sobre la agenda global y un énfasis en las prioridades del sur global.

La cumbre del G20 en Sudáfrica cerró el domingo marcada por tensiones abiertas con Donald Trump, quien boicoteó el encuentro al negarse a enviar un representante de alto nivel a la ceremonia de traspaso de la presidencia rotatoria y acusar al gobierno de Cyril Ramaphosa de perseguir a la minoría afrikáner, el grupo étnico blanco descendiente de colonos europeos.

El desencuentro, que obligará a posponer el protocolo de traspaso de la presidencia rotatoria del G20, puso en evidencia un clima diplomático enrarecido en una cumb

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