El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue detenido de manera preventiva el pasado sábado en Brasilia, tras confesar que quemó con un soldador la tobillera electrónica que le había impuesto la Corte Suprema para controlar sus movimientos. El exmandatario, de 70 años, dijo haber sufrido un estado de “paranoia” y “alucinaciones” debido a la ingesta de medicamentos.

La audiencia de control de detención se realizó este domingo por videoconferencia, donde Bolsonaro explicó a una jueza auxiliar que creyó que el dispositivo contenía un sistema de escucha. El trámite buscó verificar su integridad física y confirmar que no hubo abusos durante su primera noche en prisión preventiva en la sede de la Policía Federal.

La jueza auxiliar, en representación del magistrado Alexandre de Moraes, consta

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