Empieza a ser una tónica general el que determinados perfiles que pueden ofender o crear problemas al entorno del Ejecutivo y sus socios vayan diluyéndose poco a poco… en la medida de lo posible que permita la actualidad. Algunos lo han visto claramente con la huida y detención de Martiño Ramos después de que en ciertos ámbitos se haya obviado la militancia de extrema izquierda, sector En Marea, del condenado por violación de una alumna menor. Antes, incluso, «desapareció» el polémico caso, que se reactivó por la emergencia social.

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