El Regador regado («L’arroseur arrosé»), dirigida por Louis Lumière, es una comedia de algo menos de un minuto de duración que se tiene como primera película con argumento de la historia. Su título evoca la atracción que nos suele producir la paradoja de quien sufre en sus carnes las consecuencias de su actividad habitual. Ello, además de la gravedad institucional y con relación a los derechos de defensa de los ciudadanos que ha comportado la acción enjuiciada, explica en buena medida el interés que ha despertado toda la investigación, juicio y posterior condena por parte de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz. No conocemos el contenido de la fundamentación de la sentencia, aunque sí el sentido del fallo que, según la nota de prensa de

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