El expresidente brasileño Jair Bolsonaro comenzó a cumplir la condena a 27 años de prisión que le fue impuesta por intento de golpe de Estado en una sala de 12 metros cuadrados de la sede de la Policía Federal en Brasilia.

Una sala que tiene como todo mobiliario una cama individual, una pequeña mesa, un televisor y unas estanterías de madera, con paredes pintadas de color blanco y sin ningún cuadro ni adorno, según unas imágenes que ha difundido la propia Policía Federal.

El líder de la ultraderecha, quien estaba en prisión domiciliaria por incumplimiento de diversas medidas cautelares impuestas en el marco del proceso, ya había sido transferido a esa sala de la sede de la Policía Federal el pasado sábado, tras intentar dañar una tobillera electrónica que era parte de esas restriccio

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