(EFE).- El Gobierno de Estados Unidos cobrará a partir de enero cien dólares adicionales a los turistas extranjeros que quieran entrar a sus once parques nacionales principales, entre ellos el Gran Cañón y Yosemite, lo que podría afectar a más de dieciséis millones de visitantes.

Además, los viajeros internacionales ahora pagarán más del triple, 250 dólares, por los pases anuales que permiten visitar el Sistema Nacional de Parques (NPS, en inglés), frente a los ochenta dólares que cuesta para los estadounidenses, según la nueva medida del Departamento del Interior (DOI).

Las nuevas tarifas ‘America-first’ (Estados Unidos primero), que se añaden al precio de entrada que cada parque cobra, buscan priorizar la entrada de los estadounidenses a los parques y que los extranjeros paguen más par

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