En diciembre de 2010 llegaba a los cines españoles la que sería una de las películas triunfadoras en los premios Oscar 2011, de hecho, se llevó cuatro de los más relevantes con un total de doce nominaciones al vencer en las categorías de mejor película, mejor director, mejor actor y guion original.

Hablamos de ‘El discurso del rey’, largometraje que cumple 15 años y protagonizaron Colin Firth y Helena Bonham-Carter bajo la dirección de Tom Hooper, en la que se contó la no tan conocida historia del padre de la reina Isabel II de Reino Unido.

La historia real que cuenta ‘El discurso del rey’

A pesar de su aparición como uno de sus personajes, la reina Isabel II no es la protagonista de la película ‘El discurso del rey’ en la que aparece como niña siendo el papel más relevante el de su padre, el rey Jorge VI, duque de York, que subió al trono tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII, que renunció a la corona por sus escándalos y su intención de casarse con la divorciada norteamericana Wallis Simpson.

Si bien en la película algunos hechos se han cambiado y no se cuentan con exactitud histórica para ofrecer un mejor drama, la principal problemática que se presenta es la del ascenso al trono de un hombre que no tenía previsto hacerlo, con una personalidad tímida y reservada que no parecía destinada para reinar.

Esto, sin embargo, se traducía en una tartamudez que entonces no se veía propia de un rey y que podía no ser tomado enserio por ello. Debido a lo que esto podía suponer para su corona, su mujer, la que sería conocida como ‘la reina Madre’, Elizabeth Bowes-Lyon, buscó ayuda especializada para tratar el problema de su marido y encontró a Lionel Logue.

Louge sería la persona que ayudaría a Jorge VI a mitigar su tartamudez en discursos públicos, según los historiadores desde 1926, casi diez años antes de ser coronado como rey en mayo de 1937, mientras en el filme es antes de un importante discurso tras la declaración de guerra a Alemania en 1939, un suceso, además, que funciona como eje principal del argumento.

Jorge VI y el terapeuta del habla y del lenguaje Louis Louge trabajarían juntos mejorando la dicción del monarca y su seguridad en el discurso hasta la muerte del rey en 1952 debido a un cáncer de pulmón, teniendo un papel relévate que fue reconocido con la Real Orden Victoriana, y cuya historia ganó popularidad debido a ‘El discurso del rey’.

La visibilidad de la tartamudez y el reto de Colin Firth

En una época convulsa, era más importante que nunca que un monarca transmitiera seguridad, algo que para la sociedad de entonces no se daba si este tartamudeaba, es por ello que antes de que sucediera algo así se puso remedio con la historia contada y que narra ‘El discurso del rey’, un paleícula que dio visibilidad a un problema que sufren miles de personas. “Fue muy elocuente acerca de cómo te sientes. Se refería a una sensación de ahogo cuando te encuentras con ese silencio terrible del que no puedes escapar. Es algo que siempre tuve presente”, reconoció el actor protagonista Colin Firth sobre lo que le recomendó el guionista David Seidler que sufrió tartamudez.

A su vez, Colin Firth también desveló en su día como fue complicado el momento de la investigación para su personaje por el hermetismo de la familia real británica: “Nunca antes había leído una biografía de la familia real hasta que hice esta película. No fue un papel fácil de preparar porque la familia real no te permite acercarte mucho, por lo que dependes del material escrito”.