Cuando salió a la luz que el Banco Santander tenía una exposición cercana a los 300 millones de dólares (198 millones de euros) en la quiebra de First Brands a través de su firma de crédito privado, Deva Capital , ese mismo vehículo inversor estaba, en paralelo, tratando de evitar la fuga de 76 millones de dólares (65 millones de euros). Esa cantidad estaba en riesgo después de que Deva Capital hubiera participado en la financiación de otra compañía del sector del motor en Europa , según reflejan documentos judiciales. El banco presidido por Ana Botín ha decidido informar sobre el rescate de Ultinon ante el concurso estadounidense esta semana a través de Deva Capital —como adelantó este periódico— con el objetivo de limitar su exposición a una empresa neerlandesa que forma parte del conglomerado First Brands.

El posible colapso de Ultinon , que tiene operaciones en China , Polonia y Alemania , entre otras filiales, daría lugar a un complicado procedimiento de insolvencia en varios países que acabaría con los activos existentes de la empresa y supondría pérdidas millonarias para el banco español, algo que el prestamista está intentando esquivar. Ultinon, anteriormente conocido como Lumileds es una marca de iluminación para automóviles que nació tras un  joint-venture con Phillips . 

Santander , tras posicionarse en el concurso , recibirá 9,3 millones por parte de un vehículo de First Brands , con el fin de ofrecer una reducción a su exposición multimillonaria a Ultinon. En cambio, la entidad financiera española renunciará a ingresos futuros relacionados con su préstamo inicial de 140 millones de dólares (120 millones de euros). En términos sencillos, el Santander, a través de Deva , ha optado por vender de forma barata su vieja deuda. Parte de estas condiciones contemplan que Deva inyecte un 15% de los 60 millones de emergencia que se destinarán para evitar la insolvencia «inminente» de Ultinon. Los registros también explican que existe la opción de destinar un importe de 80 millones adicionales más adelante. 

«Ultinon se ha enfrentado a importantes problemas de liquidez en los últimos meses y necesita financiación inmediata para evitar la apertura de un procedimiento de insolvencia local», concluye uno de los documentos remitidos al Tribunal de Quiebras del Sur de Texas.