El pasado mes de septiembre, drones rusos violaron el espacio aéreo de Polonia obligando al cierre de los aeropuertos de Varsovia. Fueron derribados por aviones de combate de la OTAN y en ese instante algo cambió en el curso de la guerra con Ucrania.

Polonia respondió activando el Artículo 4 , que permite a un Estado miembro iniciar un debate formal dentro de la alianza sobre las amenazas a su seguridad , eso sí, sin comprometer a la OTAN a ninguna acción militar.

Esa incursión de drones rusos en cielo europeo se ha convertido en las últimas semanas en una lluvia constante que deja al viejo continente con una sensación de desasosiego y posa la idea de que estos drones que al principio fueron una ventaja para Kiev se han convertido en una amenaza.

Europa, en vilo

Una semana de

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