La última reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro llegó al Congreso con un objetivo claro: conseguir 16,3 billones de pesos para cerrar el hueco del presupuesto de 2026. Tras la primera ronda en las comisiones económicas , el proyecto sigue vivo en el papel, pero con pocas opciones reales de convertirse en ley.

El Gobierno presentó la iniciativa como una “ley de financiamiento” más acotada que las anteriores. Después de críticas iniciales, el Ministerio de Hacienda retiró varios puntos sensibles: se quitó el IVA a la gasolina y al diésel , se descartó gravar actividades comerciales de las iglesias

See Full Page