Los estados fronterizos encaran el escenario más duro de las últimas décadas porque su industria depende del T-MEC . Un rompimiento en 2026 provocaría aranceles inmediatos que elevarían costos y detendrían inversiones.

Empresas instaladas en Baja California , Chihuahua , Nuevo León y Tamaulipas perderían certidumbre porque sus cadenas operan conectadas a plantas estadounidenses . Proyectos de nearshoring entrarían en pausa y miles de empleos quedarían expuestos.

Washington reforzaría presiones comerciales y políticas porque su gobierno busca controlar importaciones estratégicas. México afrontaría medidas unilaterales que afectarían tiempos de cruce y logística en ciudades gemelas de ambos lados.

¿Por qué la región norte es la más vulnerable?

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