OpenAI ha presentado esta semana su respuesta formal a la demanda por el suicidio de Adam Raine , el joven de 16 años que murió en abril de 2025 tras mantener durante meses conversaciones con ChatGPT , el bot conversacional de inteligencia artificial usado por cada vez más personas en Cataluña y el mundo. En el escrito, la compañía rechaza de manera rotunda cualquier responsabilidad y asegura que la tragedia no se puede atribuir al funcionamiento de su chatbot, sino a lo que califica de un “ mal uso, uso no autorizado, no previsto o impropio ” de la tecnología. Esta formulación implica que la firma traslada el peso causal del caso hacia la manera en que el adolescente utilizó la herramienta, descartando así que el sistema o los protocolos de seguridad de OpenAI hubieran fallado. La

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