El Gobierno de Javier Milei implementará un nuevo régimen de subsidios para los servicios de luz y gas a partir de 2026. Este cambio busca simplificar el sistema actual y reducir el gasto público en subsidios, lo que resultará en un aumento en las tarifas que pagan los hogares.

La primera medida será la eliminación de la segmentación tarifaria, que dividía a los hogares en tres grupos según sus ingresos: altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). Este esquema será reemplazado por dos categorías: hogares subsidiados y no subsidiados. Los hogares que califiquen como subsidiados recibirán un descuento del 50% en sus boletas de electricidad, aunque este beneficio no será uniforme a lo largo del año. Durante los meses de mayor demanda, como verano e invierno, el bloque subsidiado se incrementará a 300 kWh mensuales, mientras que en primavera y otoño se mantendrá en 150 kWh. Los consumos que superen estos límites se facturarán a tarifa plena.

Para mitigar el impacto inicial, en enero de 2026 se aplicará una bonificación adicional del 25%, lo que elevará el descuento total al 75% durante ese mes. Sin embargo, esta bonificación disminuirá gradualmente hasta desaparecer en diciembre. Los hogares que podrán acceder a estos subsidios son aquellos cuyos ingresos no superen tres Canastas Básicas Totales (CBT), es decir, menos de $3.641.397 mensuales.

En cuanto al gas, se ofrecerá un subsidio del 50% entre abril y septiembre, mientras que no habrá subsidios en los meses de menor consumo. Además, se implementará un sistema de subsidios para usuarios de garrafas de 10 kilos, quienes deberán registrarse en el sitio oficial para acceder a los beneficios.

El Gobierno también llevará a cabo una consulta pública para recibir opiniones sobre este nuevo esquema. Se estima que la reestructuración permitirá eliminar errores en el registro de subsidios, ya que se han detectado 2,6 millones de hogares que no cumplían con los requisitos para recibir asistencia.

La administración de Milei busca reducir el gasto en subsidios energéticos al 0,5% del PIB para 2026, en comparación con el 1,5% que se destinaba anteriormente. Con estos cambios, se espera que los hogares paguen un promedio del 76% del costo eléctrico y el 79% del costo del gas.

El nuevo sistema también contempla la eliminación de subsidios para aquellos hogares de ingresos medios que actualmente se benefician. La transición se realizará de manera gradual, y se espera que no haya cortes generalizados en el suministro eléctrico durante el verano, aunque se reconocen riesgos en áreas con redes deficientes.

Con estas reformas, el Gobierno busca asegurar que los recursos se destinen a quienes realmente los necesitan, promoviendo una mayor eficiencia en la distribución de subsidios y garantizando un acceso justo a los beneficios.