Más de 1,24 millones de aficionados viajarán a Estados Unidos el próximo año para ver el Mundial, con una media de dos partidos por persona. Las llegadas internacionales aumentarán un 60 % y los ingresos de los hoteles hasta un 25 %. Es el efecto del mayor torneo de selecciones de fútbol en la economía estadounidense.

El Mundial, que tendrá lugar del 11 de junio al 19 de julio, será "una ola de llegadas y estallidos de demanda hotelera vinculados a grupos de coincidencias, además de beneficios a más largo plazo derivados de la exposición global y las visitas repetidas" , según un análisis de economistas de 'Tourism Economics'.

El informe de esta empresa, vinculada con la consultora británica Oxford Economics, analizó el impacto que tendrá el campeonato en las ciudades de Estados Unid

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