Los peligros que entraña el gigante del entretenimiento juvenil vuelven a salir a la luz tras varias denuncias que cuestionan la seguridad de la plataforma de videojuegos

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Roblox es un colorido mundo online que busca ser un punto de encuentro para jóvenes, en el que pueden programar sus propias experiencias interactivas o disfrutar de las generadas por otros usuarios, con los que también es posible relacionarse. La diferencia con otras propuestas igualmente exitosas como Minecraft, donde creatividad y comunidad se dan la mano, radica en que las mecánicas de juego varían en cada universo y en que existe mayor personalización. Sobre el papel suena a prometedor terreno de juego, pero diversas denuncias afirman que la plataforma es también “un coto de caza perfecto para pederastas”, según las palabras de la fiscal general de Luisiana, Liz Murrill.

Precisamente la Fiscalía de Luisiana ha presentado varias demandas contra el gigante del entretenimiento. En Estados Unidos varios juzgados tienen causas abiertas relacionadas con la presencia de depredadores sexuales en el portal. En España, la Fiscalía de Lleida está rastreando posible corrupción de menores en todo el territorio nacional, mientras que la Agencia Española de Protección de Datos ha ampliado la investigación que tiene en marcha sobre el tratamiento que hace de los datos de los jóvenes, para comprobar si sus mecanismos de verificación son eficientes.

Para entrar a Roblox basta con crear un usuario nuevo. Sin necesidad de comprobar la edad es posible acceder a miles de experiencias de toda índole. Para las consideradas como “maduras” hay que demostrar ser mayor de 13 mediante un sistema de verificación con IA que requiere mostrar el rostro en cámara, y que a partir de enero será requisito obligatorio para acceder a las funciones de comunicación. Moverse por la interfaz resulta intuitivo, es fácil de instalar, en principio no hay que pagar nada y su estética recuerda a Lego. Estos ingredientes han hecho que la compañía tenga más de 85 millones de usuarios activos al día —aunque Hindenburg Research asegura que estaban inflando las estadísticas—, teniendo un 39 % de ellos menos de 13 años de acuerdo con Takeaway Reality.

La edad mínima para acceder a Instagram o TikTok es precisamente 13. En Roblox, esa barrera desciende hasta los 5 años. Por eso, los jóvenes acuden desde edades tempranas al portal a divertirse y socializar. Los cinco menores entrevistados para este reportaje comentan que empezaron a jugar pronto y que llevan haciéndolo desde entonces. La posibilidad de probar experiencias variadas es uno de los atractivos que destacan, así como el poder singularizar sus avatares. Pero, frente a esta cara más amable, subyacen problemas que ponen en peligro a sus usuarios y que, lejos de ser nuevos, llevan discutiéndose mucho tiempo.

En 2018, una madre denunció en Facebook que habían agredido sexualmente al avatar de su hija. Entonces, la conversación giró alrededor de la violencia online, pero un año antes el youtuber Ruben Sim ya había expuesto en su canal el comportamiento depredador de algunos adultos. Otras figuras han seguido su camino, como el influencer Schlep, quien, tras publicar varios vídeos en los que se hacía pasar por un menor para desenmascarar a pederastas, ha sido baneado por incumplir los términos de servicio del portal. Pero fue el reportaje de Bloomberg profundizando sobre la presencia de agresores sexuales en la plataforma el que hizo saltar todas las alarmas.

“Que haya incidencias no es nuevo, porque esto ocurre a través de los chats, y suele aparecer también en redes sociales como Instagram o TikTok”, explica a este medio la Dra. María Salmerón, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia. “A las consultas vienen padres por dolores de cabeza o problemas para dormir de sus hijos que vemos que ocurren porque en Roblox se enfrentan a contenidos que les incitan a las autolesiones, les cuestionan su sexualidad o les invitan a mandar fotos desnudos, y sí hemos detectado una agrupación y aumento de casos”, aclara.

Violencia virtual, consecuencias reales

Roblox es consciente de que existe un problema, pues en 2024 reportó más de 24.000 incidentes de explotación infantil en su plataforma al Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, la organización estadounidense que ofrece ayuda a las víctimas y familias de niños perdidos, recuperados o víctimas de explotación sexual. La cifra fue bastante más elevada que los 13.000 reportes internos del año previo, según Games Industry. Matt Dolman, del bufete Dolman Law Group, comentaba en una entrevista con Wired que están llevando 300 casos de pederastia, siendo el 60% de sus clientes niñas. Los bufetes Stinar Gould Grieco & Hensley y Milberg representan a otras 400 presuntas víctimas. Por su parte, la empresa de inversiones Hindenburg Research asegura que la plataforma expone a los menores a “grooming, pornografía, contenido violento y lenguaje abusivo”.

La demanda interpuesta por la Fiscalía de Luisiana alude a que algunas de las experiencias que se pueden encontrar tienen nombres como “Escape to Epstein Island” (“Escape a la isla Epstein”), en alusión al depredador sexual Jeffrey Epstein. Buceando por Roblox, en la actualidad no es tan sencillo dar con esta clase de títulos, pero hay muchas experiencias destinadas a charlar, estar de fiesta o socializar en las que es fácil encontrar a usuarios preguntando a otros por su edad o detalles personales e intentando ligar.

Del mismo modo, hay que mencionar la existencia de los condo games, espacios en los que se queda para simular relaciones sexuales a los que se accede mediante canales externos. Un representante de Roblox explica a este diario que son conscientes de que “hay personas malintencionadas que tratarán de eludir las normas”, pero que “se tratan de una minoría” y disponen de “herramientas eficaces para detectar y eliminar estos juegos a través de una combinación de tecnología de aprendizaje automático y la intervención manual de un equipo de moderadores expertos”. Insiste en que “es muy raro que los usuarios se encuentren con ese contenido en la plataforma”, ya que cuentan con “filtros para evitar buscar contenido inapropiado”. A pesar de ello, es sencillo llegar a comunidades en Telegram o Discord a través de las cuales acceder a dichas experiencias eróticas, que muchas veces están creadas y gestionadas por menores, como expuso el youtuber trixt0r en su canal mediante entrevistas a varios desarrolladores.

Cómo proteger a los menores que juegan

“Conocí a gente que se hacía pasar por un niño. Sentía que esa persona trataba de manipularme y usaba unos términos algo raros, pero yo entonces era muy pequeña” comenta Lucía [nombre ficticio], una joven jugadora que detectó comportamientos extraños en Roblox. Para Marina [nombre ficticio] la experiencia ha sido diferente: “no he sentido que alguien con quien me haya encontrado se haya hecho pasar por niño, pero sí gente con intenciones de robar o aprovecharse de mí”, expresa. Su madre añade que su hija “aprendió a poner en duda lo que dicen en el juego y actuar en consecuencia” y que, antes de que comenzara a jugar, estuvieron “hablando de lo que podía encontrar”. “Le dije que me preguntara cada cosa con la que le surgieran dudas o temor”, relata, algo que la joven ha cumplido. La progenitora destaca que también ha encontrado gente que comparte sus intereses, pero que “ahora solo se relaciona con amigos ya consolidados”.

Todos los jugadores entrevistados para este artículo son menores y suelen jugar con amigos cercanos. Carmen [nombre ficticio] es una adolescente que asegura que la plataforma es “segura si se usa con cuidado o bajo control parental”, pero se ríe al ser preguntada por esta herramienta, porque ella misma no la ha utilizado nunca, ya que afirma que siempre juega a lo mismo y que sus padres lo saben. No es la única: ninguno de los entrevistados utiliza los controles parentales que ofrece la plataforma. Mario [nombre ficticio] explica que “hay que tener cuidado con la gente con la que se interactúa”, consciente de que existen algunos riesgos online. Sus padres confían en que su hijo “sabe perfectamente los peligros de Internet”, sobre todo el riesgo que supone tener conversaciones fuera de la propia aplicación de Roblox, porque, mientras que la plataforma censura el lenguaje inapropiado, los enlaces a sitios externos e información personal como direcciones o teléfonos, otros espacios donde se reúnen las comunidades de jugadores, como Discord, no cuentan con este filtro. La Dra. María Salmerón añade que, “igual que cuando salen a la calle es importante saber dónde van a estar y con quién van a ir sus hijos, en el mundo digital es igual”. Por eso anima a los progenitores a probar estos servicios “durante un tiempo y ver qué posibles riesgos entrañan”.