Chernóbil, Ucrania. — Casi cuarenta años después de la explosión del reactor número cuatro de la planta nuclear de Chernóbil , la zona de exclusión continúa siendo un lugar mortal para los humanos. Sin embargo, otras formas de vida no solo han logrado adaptarse, sino que parecen prosperar entre los restos radiactivos .
Entre ellas destaca un sorprendente organismo: el hongo negro Cladosporium sphaerospermum , descubierto adherido a las paredes interiores de algunos de los edificios más contaminados del lugar. Los investigadores creen que su pigmento oscuro, la melanina , podría permitirle aprovechar la radiación ionizante de manera similar a como las plantas emplean la luz solar para la fotosíntesis, en un proceso que han denominado radiosíntesis . Cómo celebrar el Prim

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