Existen muchos hechos cotidianos que tomamos como normales pero no lo son. Uno de ellos impacta negativamente en una parte de la sociedad, específicamente en aquella que quiere ejercer las libertades sobre su persona, sin afectar al prójimo. Existen grupos que intentan imponer creencias o pautas culturales y luchan para que eso suceda.

En una época, los mencionados intentaron -y lo lograron durante muchos años- evitar que una pareja se divorciase o que personas del mismo sexo se pudiesen casar. Ahora intentan influir en la libertad de poder morir dignamente de acuerdo a las leyes que el Estado prevea, como en muchos países civilizados. No aceptan que se tenga más afecto a un perro (o se llore su ausencia) más que a un humano o adoptar una mascota en vez de a un niño y así lo critican. Al

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