La primera fase de la invasión de Ucrania podría haber sido un episodio de la Segunda Guerra Mundial. Columnas de tanques rusos cruzaron la frontera y avanzaron hasta las puertas de Kiev, donde las fuerzas ucranianas lograron ponerles freno con piezas de artillería soviética e incluso combates cuerpo a cuerpo. Algunos soldados recuerdan haber utilizado sus bayonetas para matar a los invasores en las improvisadas trincheras de los pueblos que salpican el perímetro de la capital. Localidades hasta entonces desconocidas para el mundo, como Bucha, Irpín o Borodianka, se convirtieron en el salvavidas de la capital, pero también en un embarrado campo de batalla que sorprendió a los expertos en defensa, que esperaban más tecnología punta en la primera gran guerra europea del siglo XXI. Sin embarg

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