Collserola y todo su entorno natural sigue blindado tras la detección de un brote de peste porcina africana entre jabalíes de la zona. Aunque la enfermedad no afecta a las personas, su rápida propagación y la elevada mortalidad entre estos animales han obligado a establecer unas estrictas medidas de control.

Desde hace varios días, los agentes rurales controlan los principales accesos al parque y han cerrado varios caminos, sobre todo en las zonas donde se han localizado animales infectados. El objetivo es evitar que el virus se extienda a otras áreas o llegue a las granjas de cerdos del área metropolitana.

El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural insiste en que las restricciones son temporales, pero necesarias: "La prioridad es frenar la expansión del virus y pr

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