Durante años, Venezuela confió en potencias antiestadounidenses como escudo, pero ahora, con buques de guerra estadounidenses en sus costas y el cambio de régimen en discusión, Caracas enfrenta la inquietante realidad de que estas alianzas son más débiles de lo que parecían, lo que debería generar preocupación sobre su vulnerabilidad.

Aliados al margen mientras aumentan las tensiones

Durante dos décadas, Caracas intentó construir lo que parecía ser un orden mundial alternativo. Rusia, China, Cuba, Irán y otros gobiernos antiestadounidenses fueron presentados como pilares de un nuevo eje que haría frente a Washington y protegería a otros autoritarios como Nicolás Maduro . Pero a medida que se intensifica el despliegue naval estadounidense cerca de las aguas venezolanas y el presidente

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