Un presidente ucraniano debilitado por las acusaciones de corrupción dentro de su gabinete, en su décima visita a París, en negociaciones con Donald Trump y una Europa que puja para no ser dejada de lado en las transacciones entre Estados Unidos y Rusia por el futuro de la guerra en Ucrania.

Así podría sintetizarse el agitado día del presidente Volodimir Zelenski en París junto a su esposa, el encuentro con Emmanuel Macron y sus pares europeos. A él se sumó una llamada al enviado especial norteamericano Steve Witkoff, que se encontrará este martes con el presidente Vladimir Putin mañana en Moscú, cuando la delegación ucraniana estaba negociando en Florida con Estados Unidos.

El objetivo de la visita de Zelenski a París era consolidar su apoyo europeo, en vísperas de esta reunión en Mo

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