El sector del juguete atraviesa uno de los cierres de año más delicados en décadas. Transformaciones demográficas profundas, cambios culturales asociados al avance de las pantallas y una avalancha de importaciones en plena caída del consumo conforman un combo que golpea simultáneamente a fábricas, jugueterías e importadores.

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtió que la situación ya empuja a cierres de comercios históricos y a niveles extremos de capacidad ociosa en las plantas. Los empresarios del sector destacan que las compras en jugueterías de cercanía, cadenas y supermercados no repuntan. Y, que si bien el ecommerce crece y ya representan cerca de un 25% del total de las ventas, el canal digital sigue siendo difícil de capitalizar para las PyMEs por

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